Dan luz verde en el Río Sena para el triatlón

París, Francia.- Por primera vez y luego de comprobar la calidad del agua, el Río Sena tuvo luz verde para efectuar las competencias de triatlón.

La prueba femenil en la que compiten las mexicanas Rosa María Tapatía y Lizeth Rueda dio el disparo de salida y saltaron al Sena para nadar 1500 metros, después rodar 40 kilómetros y cerrar la competencia con 10 kilómetros de carrera. Varias exponentes se han caído al rodar porque el piso está mojado por la lluvia de la madrugada.

La mala calidad del agua impidió que ayer se realizara la disputa por las medallas en la prueba varonil y se disputará hoy más tarde y donde compiten los mexicanos Crisanto Grajales y Aram Peñaflor.

Nadar en el Sena antes era habitual, pero hace un siglo fue prohibido debido a preocupaciones de seguridad, salud y la preocupación porque las personas que nadaban fueran atropelladas por los barcos que navegaban. La moda de nadar en el Sena comenzó a mediados del siglo XVII.

Fue el 22 de junio de 1913 cuando se celebró el campeonato francés de buceo, 10 años después se prohibió nadar en el Sena bajo amenaza de multas, pese a esto muchos parisinos siguieron disfrutando del Río Sena en los días calurosos durante varias décadas.

A partir de 2025, el público podrá darse un baño en el Sena en tres lugares: Bras Marie, Grenelle y Bercy, donde serán áreas seguras y demarcadas para su uso público. De acuerdo a registros históricos, el Sena alcanzó su peor calidad de agua en términos de descarga de aguas residuales en los años 1980.

Uno de los principales desafíos para hacer que el Sena sea nadable es la contaminación fecal, el riesgo de enfermedades infecciosas como infecciones de la piel y problemas gastrointestinales. Durante el proceso de purificación se está evitando el vertido de aguas residuales al Sena.

El tratamiento UV ha sido uno de los principales procesos de desinfección porque la luz luz ultravioleta desinfecta matando bacterias, virus y parásitos.

El Río Sena también será sede de la competencia de aguas abiertas que tiene programa hacia el final de los Juegos Olímpicos, y para los tramos de natación de los triatlones tanto de los Juegos Olímpicos como de los Paralímpicos, pero el proyecto para limpiarlo ha tenido un costo de mil 400 millones de euros.

Durante el recorrido en bicicleta, algunas competidoras se vieron afectadas por el pavimento mojado y sufrieron algunas caídas.

La más grave fue la competidora de Noruega Lotte Miller, quien en una recta perdió el control de la bicicleta y cayó. De inmediato fue atendida, pero no logró reincorporarse a la competencia y quedó fuera.

Miller fue la cuarta atleta que se vio en la necedida de retirarse. Las primeras fueron Manami Iljima, Ekaterina Shabalina y Jeanne Lehair.

Agencia Reforma

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