Compostaze: Una producción de la UACH para el beneficio agrícola

De desecho a solución: innovación que nace en la UACH
En el norte del país, donde la actividad ganadera es esencial para la economía, también se generan miles de toneladas de estiércol, un residuo que mal manejado contamina suelos, agua y aire. Sin embargo, para la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), este desafío representa una oportunidad de innovación y sustentabilidad.
Compostaje tecnificado: una mirada científica al agro
El proceso se desarrolla en el Centro de Biotecnología Ambiental, donde se implementa un sistema tecnificado de compostaje que acelera la descomposición orgánica de estiércol y cascarilla de arroz. Gracias a maquinaria especializada, el material se oxigena de manera continua y alcanza temperaturas de hasta 65 °C, ideales para eliminar patógenos como E. coli, Salmonella y huevos de parásitos.
El resultado es una composta rica en macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (calcio, hierro, manganeso, cobre), que mejora la salud del suelo, retiene agua, incrementa la aireación y estimula microorganismos benéficos.
Paso a paso: cómo se crea la composta
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Recepción y mezcla de insumos: estiércol + cascarilla de arroz.
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Oxigenación y control térmico, alcanzando hasta 65 °C.
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Cribado y análisis de laboratorio para garantizar calidad.
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Empaque y etiquetado del fertilizante final.
Este proceso, que tradicionalmente puede tardar hasta ocho meses, se ha reducido a cuatro meses gracias a la innovación implementada.

Un modelo de economía circular en acción
COMPOSTAZE representa más que un proyecto: es un modelo de economía circular. Aprovecha subproductos agropecuarios que antes eran desecho, y los reintegra como insumos valiosos. Empresas como Innovak Global colaboran donando materiales como cascarilla de arroz, lo que mejora la mezcla y optimiza el proceso.
Además de lo técnico, el proyecto involucra a estudiantes, docentes y brigadas ecológicas en actividades de reforestación, educación ambiental y difusión del conocimiento en comunidades rurales.
El equipo detrás del cambio
Esta iniciativa está liderada por especialistas del Centro de Biotecnología Ambiental de la UACH: M.C. Norma Alicia Bencomo Vargas, M.C. Yadira Edith Aviña Domínguez, M.C. David Santillán Estrada; su objetivo común es generar soluciones sustentables desde la ciencia para los retos del campo mexicano.
“Queremos que las comunidades vean los residuos no como basura, sino como recursos valiosos. El estiércol, bien tratado, puede ser clave para recuperar suelos y mejorar la producción”, comparte la M.C. Bencomo Vargas.
Impacto comprobado, visión compartida
Las pruebas de laboratorio respaldan la eficacia y seguridad del fertilizante producido. Es ideal para viveros, huertos urbanos, proyectos agrícolas y de restauración ecológica, especialmente en regiones con suelos degradados.
El equipo de COMPOSTAZE no se detiene ahí: buscan replicar la tecnología en otras regiones y con más productores, promoviendo una agricultura regenerativa y sustentable.
La UACH, comprometida con el futuro del medio ambiente
COMPOSTAZE es una muestra clara de cómo la UACH integra la ciencia aplicada al servicio de la sociedad. Desde las aulas y laboratorios, hasta el campo, la institución avanza con paso firme en su compromiso por el desarrollo sustentable, la innovación y el cuidado del entorno. Puedes adquirir el producto en expendios del Campus 1 y la FZyE.

En tiempos donde los desafíos ambientales requieren respuestas urgentes, este proyecto demuestra que con visión, conocimiento y colaboración, es posible convertir los residuos en vida.